Imagen propiedad del RB Leipzig

Un buen Leipzig derrota por 3-2 al Real Madrid utilizando su propia medicina y poniendo fin a la racha de 16 partidos invicto del conjunto blanco esta temporada

El Real Madrid se presentaba en Alemania con la tranquilidad del equipo que necesitaba un empate para acabar como primero de grupo, pero las opciones de clasificación del Red Bull Leipzig dependían de puntuar frente al vigente campeón.

El Leipzig, con la ideas claras

Tras un emotivo minuto de silencio en recuerdo del fallecido fundador de la empresa Red Bull, Dietrich Mateschitz, el Leipzig salió al terreno de juego tratando de conseguir lo que ningún club había conseguido todavía esta temporada, vencer al Real Madrid. El equipo alemán, conocedor de los frecuentes inicios dubitativos de los merengues, quienes además llegaban con las importantes bajas de Benzema, Modric y Valverde, comenzó ejerciendo una efectiva presión sobre la salida de balón de un desacertado Real Madrid.

Esta superioridad se vio reflejada en el marcador cuando el central Gvardiol empujó a la red un meritorio rechace de Courtois en uno de los numerosos saques de esquina que provocaron los alemanes. Las ocasiones locales se sucedían, pero Courtois y un incomprensible fallo de Nkunku tras una mala salida del portero belga, mantuvieron con vida al Madrid. Fue precisamente el delantero francés quien aprovechó la falta de contundencia de la defensa blanca para fusilar al guardameta y poner el 2-0 en el marcador cuando apenas se cumplía el minuto 18.

Un Madrid sin brillo

Tras una primera media hora siendo muy superior, el RB Leipzig decidió jugarle al Real Madrid con sus mismas cartas, defensa en bloque bajo y rápidos contragolpes. Fue entonces cuando los visitantes probaron al meta Blaswich. Una llegada a línea de fondo de Asensio fue cabeceada por Vinicius al borde del descanso, dando esperanzas a los blancos.

En la segunda parte no cambió nada en el plano juego del Madrid, quien apenas llegaba al área rival. Además, el Leipzig aprovechaba las imprecisiones merengues para efectuar vertiginosos contragolpes con Werner y Nkunku como principales bastiones ofensivos, estando más cerca el 3-1 que el empate.

Ya en la recta final del partido, Vinicius desperdició una clara ocasión creada entre Hazard y Asensio. En la acción inmediatamente posterior, una presión errática del Madrid fue aprovechada por un inconmensurable Simakan para recorrerse todo el campo sin oposición y servirle el balón en boca de gol a Timo Werner, quien hizo el tercer gol de los alemanes.

El Real Madrid apenas tuvo tiempo para recortar distancias en el descuento gracias al penalti que transformó Rodrygo Goes tras una innecesaria entrada de Nkunku sobre el jugador brasileño.

No siempre sirve con la épica

La derrota del Real Madrid era cuestión de tiempo tras haber sacado partidos adelante aferrándose a esos mágicos últimos minutos de inspiración. Como dijo sin miramientos Thibaut Courtois al final del partido, hay jugadores con una falta de concentración evidente que no están dando el 100% al equipo.

Como ya es costumbre en el club blanco, una inesperada derrota en fase de grupos termina complicando la clasificación. Pese a que el Real Madrid ya estaba en la siguiente ronda y sigue dependiendo de sí mismo para ser primero de grupo, una victoria en el Bernabéu ante el ya eliminado Celtic sería suficiente para, a priori, evitar un enfrentamiento con algún favorito en octavos de final.

El RB Leipzig se acerca al objetivo de los octavos de final tras esta victoria y gracias al empate entre Celtic y Shakhtar, que deja al equipo ucraniano a tres puntos a falta de un enfrentamiento directo entre ambos. Al equipo alemán le bastaría con un empate en ese partido, aunque todavía puede optar al primer puesto si el Real Madrid pincha en el Bernabéu frente al conjunto escocés.