Fotografía propiedad del FC Bayern de Múnich

Nuevo golpe de realidad del Bayern al Barça en el Spotify Camp Nou, que cae a la Europa League por segundo año consecutivo tras perder por 0-3.

Xavi Hernández concentró a los jugadores del FC Barcelona para ver juntos el partido entre el Inter de Milán y el Viktoria Plzen con la ínfima esperanza de que el conjunto checo, promediando 4 goles en contra por partido en Champions, lograra puntuar en el Giuseppe Meazza. Como se preveía, los italianos no tuvieron piedad y golearon, asegurándose la clasificación a octavos de final, seguramente como segundos de grupo, tras el 4-0 final.

Xavi ya no sabe qué hacer

Mientras tanto, en Barcelona se respiraba un aroma a partido grande pese a ser conocedores de la matemática eliminación del equipo blaugrana. Xavi decidió repetir el esquema que tan efectivo fue en la jornada liguera frente al Athletic Club, sacrificando un extremo para jugar con cuatro centrocampistas. El problema era que Gavi llegaba entre algodones, por lo que salió como titular un todavía inadaptado Kessié. No contento con eso, Xavi decidió poner a Bellerín, un fichaje que llegó lesionado y que apenas llevaba un par de partidos como suplente; y se mantuvo con la firme idea de colocar a Marcos Alonso como central, pese a tener disponibles a Eric García y Piqué.

Con estas circunstancias salió el Barcelona para hacer frente a un Bayern que estaba ya clasificado y con alguna baja sensible. Apenas se cumplía el minuto 10 cuando Gnabry filtró un balón que recogió Sadio Mané tras ganar en carrera a Bellerín, para posteriormente superar a Ter Stegen con un sutil toque ante la salida del portero alemán.

Durante todo el partido los culés pusieron más empeño y esfuerzo que fútbol, pues el conjunto bávaro desactivaba fácilmente la presión local y apenas sufría con las pérdidas de balón. El Barça se encomendó a la figura de Dembélé, quien estuvo controlado en todo momento por un enorme Alphonso Davies. El Bayern trenzaba contragolpes muy peligrosos ante una defensa culé que hacía aguas. En el minuto 31, fue de nuevo Gnabry quien filtró el balón para un enrachado Choupo-Moting, habilitado de nuevo por un desubicado Bellerín, y que puso el 0-2 con un disparo cruzado entre las piernas de Ter Stegen.

La historia se repite

Por momentos el partido recordaba al reciente clásico: un equipo de blanco situándose cómodamente en el campo y que parecía no querer forzar ni golear al rival, frenando los contragolpes; y un Barcelona muy desbordado y sin ideas, con un entrenador incapaz de revolucionar el equipo. El tercer gol de los alemanes estuvo a punto de llegar en una jugada de Mané que sacó primero Bellerín bajo palos y posteriormente Ter Stegen.

Justo al borde del descanso, el colegiado Anthony Taylor señaló un penalti favorable a los locales, pero tras la revisión del VAR corrigió su decisión tras observar que Matthijs De Ligt tocaba el balón al intentar robar el esférico a Lewandowski.

Ya en la segunda parte, el transcurso del partido no cambió, y el VAR salvó a los locales tras anular un gol de Gnabry por fuera de juego. Ambos equipos decidieron realizar rotaciones, pero ni con los cambios el Barca fue capaz de crear peligro. El Bayern, sin sufrir y jugando prácticamente andando, todavía pudo marcar el 0-3 definitivo en la última jugada. Un córner servido por Kimmich que remató Gnabry con una volea en semifallo, pero que se convirtió en una asistencia, la tercera del atacante alemán, para Pavard, quien solo tuvo que batir a Ter Stegen.

Ni un disparo a portería

La imagen del FC Barcelona fue preocupante, sin ser capaces de probar a Ulreich, quien suplía al lesionado Neuer y que estuvo de espectador durante todo el partido. De hecho, la ocasión más peligrosa del equipo blaugrana fue un disparo con la zurda desde la frontal de Sergio Busquets que se marchó 3 metros por encima del larguero. Y es que el último gol que el Barcelona le marcó al Bayern fue de Luis Suárez en aquel fatídico 2-8 en 2020. Desde entonces se han jugado 5 partidos entre ambos conjuntos, con pleno de victorias para los alemanes y un global de 11 goles a 0.

Esta eliminación es un duro golpe al proyecto de Xavi, tanto deportiva como económicamente, pues tenían presupuestado llegar hasta los cuartos de final, ingresando otros 20 millones. Pese a que la grada de animación estuvo más activa que de costumbre, ver a los aficionados abandonando el estadio en el minuto 75 y que este estuviera prácticamente vacío cuando el equipo alemán marcó su tercer gol, representa perfectamente el sentimiento de los aficionados culés, quienes cada vez creen menos en el proyecto de ‘La Xavineta’. El entrenador no traslada el optimismo de las ruedas de prensa al terreno de juego, y los grandes fichajes, de los cuales solo se han adaptado Lewandowski y Koundé, acompañados del canterano Balde, parece que solo funcionan en liga.

Con este resultado, el Barca queda eliminado y jugará la Europa League, mientras que al Bayern de Múnich le sirve hasta una derrota por dos goles de diferencia en la última jornada frente al Inter para pasar como primero de grupo.