Imagen propiedad de la F1 y Verstappen, subida a las RRSS del piloto neerlandés

Este domingo se ha disputado la carrera del gran premio de F1 de México en el Autódromo Hermanos Rodríguez. 

La primera línea de la parrilla de salida la ocuparon Verstappen y Russell, seguidos de Lewis Hamilton y Sergio Pérez. Tras una salida sin incidentes, en la primera vuelta Fernando Alonso consiguió adelantar a dos monoplazas y ocupar el entonces séptimo puesto en la carrera. Bottas pasó unas cuantas vueltas detrás de Alonso, al que no pudo adelantar. En la vuelta trece, Gasly provocó un incidente a Stroll, por lo que fue penalizado con cinco segundos. Carlos Sainz rodaba quinto en el primer tercio de la carrera, manteniendo el puesto conseguido en la salida. Los Ferrari no consiguieron igualar el ritmo de carrera de los Mercedes y los Red Bull, a los que no consiguieron adelantar en toda la carrera.

Los cambios de neumáticos empezaron en la vuelta veintitrés; paró primero Pérez a por neumáticos duros. Poco después lo hizo Max Verstappen, en tan solo dos con cinco segundos. El rendimiento de los neumáticos en este circuito fue sorprendente pues aguantaron más de lo esperado. Unas vueltas más tarde, Checo Pérez adelantó a Leclerc y se colocó tercero, que rodaba en tiempos algo lentos para el ritmo de carrera impuesto por M. Verstappen. A mitad de carrera, se produjo el único incidente destacable: el abandono de Tsunoda, tras ser golpeado por Ricciardo y quedar su coche en mal estado. 

El abandono de Alonso

Pese a lo que aparentaba ser un buen día, Fernando Alonso no logró terminar la carrera. Fernado, como comentó después de la carrera, estaba contento con el rendimiento de su Alpine, que le estaba permitiendo hacer buenos tiempos en la competición, «iba cómodo, estaba haciendo una de las mejores carreras del año… » dijo después de la carrera el piloto asturiano. Sin embargo, su motor empezó a echar humo. Algo se había roto y le obligaba a abandonar la carrera cuando quedaban siete vueltas para el final. «Otra vez al 14… «, sumó Alonso.

Tras una interesante carrera, pero con el Mundial ya decidido, no hubo sorpresas. Max Verstappen se llevó el oro en México haciendo gala una vez más de su impresionante y admirable habilidad para un deporte tan difícil y exigente como la Fórmula 1; se mantuvo así en el primer puesto desde el inicio hasta el final de la carrera. El piloto neerlandés consiguió la tercera victoria consecutiva para dejar a los fans de Red Bull con un increíble sabor de boca tras una temporada para enmarcar. En el podio, Hamilton y el lugareño Checo Pérez terminaron por acompañarlo, consiguiendo la plata y el bronce respectivamente. Carlos Sainz terminó quinto, por delante de su compañero de escudería, el monegasco Charles Lecrerc.