La selección gala, liderada por un persistente Antoine, elimina por 2-1 a Inglaterra en un alocado enfrentamiento
Antoine Griezmann es ese futbolista incansable que da el 200% de lo que tiene por el bien de su equipo. Hoy, ha sido el rey absoluto que necesitaba Francia para eliminar a Inglaterra: ha atacado, defendido y presionado como nadie. Porque cuando el indiscutible monarca (que ya no príncipe) actúa como ese eje fundamental que crea tantísimo juego, es difícil imaginar que Francia pueda perder.
Aun así, no ha sido el partido más brillante de Les Bleus. Mbappé no ha tenido hoy el protagonismo necesario e Inglaterra ha dominado el partido en casi todas sus fases. Pero en el fútbol no existen merecimientos sino triunfos y hoy Francia ha utilizado todas sus cartas y armas para continuar con el sueño de revalidar la victoria de 2018. En definitiva, Francia no quiere que su reinado termine y su Rey (Antoine Griezmann), aún menos.
Un baile al compás de Griezmann
En los primeros instantes de la primera parte, comenzó dominando Francia, aunque levemente; Inglaterra estaba muy activa y esperando su oportunidad con una pasmosa calma. Aurélien Tchouaméni se encargaría de disipar por momentos las esperanzas inglesas con un potentísimo chut que alcanzó los 71km/h. Cuando toda Inglaterra estaba pendiente de que Mbappé no generara ni un ápice de peligro, Griezmann encontró al centrocampista del Real Madrid, que estuvo acertadísimo en la definición para dibujar el entonces 1-0 a favor de la selección gala.
Tras el gol, la selección inglesa comenzó a amedrentar a una Francia que se relajó tras el golazo de Tchouaméni. Pero el tiempo corría a favor de los franceses y la primera parte llegó a su fin.
Ya comenzado el segundo tiempo, Inglaterra continuó en la misma tónica ofensiva que la había acercado al empate en los primeros 45 minutos. Y la igualada no tardaría en llegar. Tchouaméni, el que fuera el héroe de Francia con ese majestuoso tanto, se convirtió en el villano de una historia mal contada cuando, en el minuto 53, llegó tarde en el área para terminar pisando a Saka. El penalti fue clarísimo y el colegiado no dudó en concederlo.
Se miraban los compañeros de mil aventuras en el Tottenham. Lloris se venció al lado contrario y Kane logró el tan ansiado empate desde los once metros con un latigazo a la escuadra.
Desde el empate inglés, el partido se tornó en un espectáculo frenético de ida y vuelta en el que ambos conjuntos tuvieron ocasiones para colocar en el electrónico el 2-1 definitivo. La suerte cayó del lado de Francia y, una vez más, apareció Antoine Griezmann. El futbolista del Atlético colgó un tenso y quirúrgico centro, medido al milímetro y con un efecto delicioso, que Giroud remató con maestría y elegancia. La vigente campeona del mundo volvía a estar por delante.
Últimos minutos de locura absoluta
En el minuto 83, el colegiado decidió señalar, tras consultar el VAR, un nuevo aunque polémico penalti en contra de Les Bleus. Esta vez, Theo Hernández había atropellado a Mason Mount dentro del área de castigo. En un primer momento, el árbitro consideró, seguramente, que se trataba de una carga legal. Sin embargo, tras ver la imagen, acertó quizá rectificando y señalando la pena máxima por segunda vez en el partido. Theo llegó un poco tarde y la carga no fue del todo legal (codo con codo) sino que más bien se trató de un empujón de codo contra espalda porque el futbolista del Chelsea le había ganado la posición al lateral.
Kane tuvo la ocasión perfecta para forzar la prórroga, pero no hace falta conjeturar qué hubiera ocurrido en los 30 minutos de tiempo extra, porque jamás sucedió. El delantero inglés golpeó el esférico fortísimo, pero sin precisión alguna; el balón salió por arriba de la portería y lejos de, al menos, rozar el larguero.
La oportunidad de Inglaterra se esfumaba por momentos, así como sus posibilidades de proseguir en el Mundial Catar 2022. Aunque, al final, gozó de una última bala en forma de tiro libre que Rashford estuvo a punto de convertir. Pero el destino quería un Francia-Marruecos en semifinales.
Francia: a dos partidos del sueño
El próximo miércoles 14 de diciembre la selección de Francia se medirá a Marruecos, en lo que promete ser un partido precioso; como cualquier semifinal de un mundial. El poderío ofensivo galo frente a la impenetrable defensa marroquí que tan solo ha encajado un gol en toda la copa del Mundo. Ni Bélgica, ni Croacia, ni España; tampoco Portugal, quien sucumbió también a la revelación de esta edición: la selección de Marruecos. Tan solo Canadá, en fase de grupos, ha sido capaz de anotarle un gol a la selección marroquí.
Francia está a un paso de una nueva final, pero también a un traspiés de quedarse a las puertas de rozar una hipotética tercera estrella. Para ganar a Marruecos, seguramente necesite también a Mbappé en su mejor versión y a un Dembélé mucho más participativo en el juego. Pero, sobre todo, lo vital para ellos será no perder la concentración y, en definitiva, no pensar que tienen la final garantizada. Si subestiman a Marruecos…