Vinícius celebra su segundo gol y señala al cielo, dedicando el tanto a Amancio. Fotografía obtenida del Twitter oficial del Real Madrid CF
El Real Madrid, liderado por el brasileño, remonta un 2-0 en Anfield para acabar goleando al Liverpool en otra noche mágica europea.
El fútbol es un deporte maravilloso, repleto de aciertos y errores. Lo que le hace diferente, y en cierto modo más especial, es que no se rige por una regla de tres. Durante los más de 90 minutos que dura un partido, los dos equipos alternan dominio y ocasiones. Por muy evidente que sea la diferencia entre conjuntos, un equipo puede ganar a otro con solo llegar una vez al área rival y defender correcta y ordenadamente, aunque también se requiere una pizca de fortuna.
Ni el aficionado más positivo habría planeado así la decimocuarta
Cuando estos momentos se repiten de manera continuada, hay algo que va más allá de la suerte. La manera en la que el Real Madrid levantó su decimocuarta Copa de Europa la temporada pasada es uno de los periplos más épicos e inexplicables del fútbol. Nadie les daba como favoritos, y en verdad nunca lo fueron.
En octavos de final, el sorteo les emparejó con el rival más difícil: el PSG y su tridente Neymar-Mbappé-Messi. Tras ser sometido en París, el Madrid pudo sostener el empate (con un penalti salvado por Courtois incluido) hasta el descuento, cuando Mbappé otorgó una merecida victoria a los parisinos. En la vuelta, otra exhibición en la primera parte de Mbappé, con un gol legal y dos anulados, dio paso a la remontada blanca. Un error de Donnarumma fue el desencadenante, un jugadón de Modrić le dio continuidad y a los 10 segundos de sacar de centro, Benzema aprovechó otro error para anotar el hat-trick y dar el pase al Madrid.
En cuartos, arrasó al Chelsea en Stamford Bridge, obteniendo un 1-3 para la vuelta. En el Bernabéu, el Chelsea sometió al conjunto blanco, obteniendo la clasificación a falta de 10 minutos con un 0-3 y un Real Madrid moribundo. En una genialidad de Modrić, Rodrygo hizo el gol que forzaba la prórroga, donde Benzema metió a un resucitado Real Madrid en semis. Allí les esperaba el Manchester City de Guardiola.
Fue en esta eliminatoria donde tuvo lugar el apogeo del surrealismo. Los ingleses vencieron en la ida por 4-3, en un partido loco que, si se repitiera, en la mayoría de ocasiones el City golearía al Madrid. En la vuelta se planteó un partido más cerrado e igualado, pero Mahrez sentenció la eliminatoria a 15 minutos del final. El Madrid estaba muerto, salvando Courtois dos goles cantados y sacando Mendy un balón sobre la línea de gol. Cuando la estadística le otorgaba un 1% al Real Madrid, dos goles en el descuento de Rodrygo forzaron la prórroga y desataron la locura en el Santiago Bernabéu. Ante un noqueado Manchester City, Benzema provocó y transformó un penalti para meter al Madrid en la final de la Champions, en la que ya era una de las clasificaciones más bizarras de la historia.
Una historia épica no podía concluir de otra forma que alzándose con la copa. En la final, el Liverpool se encontró con la mayor exhibición realizada por un portero en toda la historia. Courtois, como venía haciendo a lo largo de la temporada, mantuvo la portería a 0 con paradas inverosímiles. En la segunda parte, una cabalgada de Valverde encontró a Vinícius en el segundo palo. El Real Madrid, con un par de ocasiones, se llevó el partido ante un Liverpool desesperado e incapaz de batir a Courtois pese a acumular ocasiones durante los 90 minutos.
La final se reedita en octavos
Real Madrid y Liverpool. Liverpool y Real Madrid. Uno de los mejores duelos que se pueden ver en Europa. Una eliminatoria de octavos de final entre los dos finalistas de la pasada edición. El Liverpool de Jürgen Klopp llega sumido en un año sabático y de transición como ya le sucedió hace dos temporadas, cuando el Real Madrid les eliminó en octavos de final y se terminaron clasificando para la Champions con un gol de su portero, Alisson, en el último minuto de la última jornada de liga.
Esta temporada, si cabe, tiene peor pinta. Octavos en la Premier League a 7 puntos de la Champions y clasificados para los octavos de final como segundos de grupo por detrás del imbatible Nápoles. La marcha de Mané al Bayern se compensó con la llegada de Darwin Núñez, Cody Gakpo, Fabio Carvalho e Ibrahima Konaté, así como la irrupción del joven Bajčetić. Los fichajes no terminan de adaptarse y el equipo ha perdido la consistencia defensiva. A pesar de ello, llegaban de ganar a Everton y Newcastle.
Como dijo Arsène Wenger, el Liverpool nunca gana la liga, pero en Europa llega lejos por una razón: Anfield. El templo del ‘You’ll never walk alone’, crea una atmósfera que permite vivir grandes noches europeas (parecido al Bernabéu, especialmente la temporada pasada).
El Real Madrid, en plena persecución al Barcelona por la liga y con las semifinales de copa frente a los culés en el horizonte, llegaba a su competición fetiche. Tras superar un bache de juego y resultados en enero, la conquista del Mundial de Clubes y las últimas victorias ligueras frente a Elche y Osasuna han permitido al conjunto blanco recuperar progresivamente su mejor nivel.
El conjunto dirigido por Carlo Ancelotti recuperaba en los últimos partidos a los lesionados Benzema, Courtois, Militão, Hazard y Lucas Vázquez. Aun así, llegaba con las bajas de Mendy, Tchouaméni y Kroos, aunque este último viajó a Liverpool horas antes del partido tras recuperarse de una gastroenteritis y pudo disputar los últimos minutos del encuentro. Mientras tanto, el conjunto de Jürgen Klopp llegaba con las bajas de Luis Díaz, Thiago y Konaté.
Homenaje al gran Amancio
El club blanco no tuvo unas horas plácidas antes de la disputa del encuentro. Durante la noche, unos aficionados decidieron interrumpir el descanso de los jugadores mediante la utilización de fuegos artificiales.
Por la mañana, recibimos la triste noticia del fallecimiento del jugador que inició la leyenda del 7 en el Real Madrid, don Amancio Amaro, leyenda como jugador y entrenador (fue el impulsor de ‘la Quinta del Buitre’) en el club blanco. ‘El Brujo’ disputó 42 partidos con la selección española en los que anotó 11 goles. Actualmente era presidente de honor del Real Madrid, el club de su vida, donde es el undécimo máximo goleador histórico, justo detrás de uno de sus pupilos, Emilio Butragueño.
El Liverpool realizó un emotivo homenaje en memoria de Amancio. Kenny Dalglish, leyenda del conjunto ‘red’, depositó un ramo de flores en el fondo donde se alojaban los aficionados del Real Madrid. Además, se guardó un emotivo minuto de silencio, muy respetado por todos los presentes en el estadio.
El Liverpool se comió al Madrid de inicio
Hay días en los que al Real Madrid le cuesta entrar en los partidos, y Anfield no fue una excepción. Ancelotti optó por poner a Rodrygo en la derecha, desechando el dominio que le otorgarían cuatro centrocampistas. Con Alaba de lateral izquierdo por la baja de Mendy, el Liverpool centró su juego ofensivo por ese sector.
Apenas en el minuto 4, Salah llegó hasta la esquina del área, desde donde se inventó un pase milimétrico a la espalda de la defensa del Madrid en favor del desmarque de Darwin Núñez. El delantero uruguayo desvió el balón en el área pequeña con la espuela, engañando a Courtois. De esta forma, el delantero charrúa, culpado por muchos como uno de los responsables del mal año del conjunto inglés, se reivindicaba ante su afición.
El Liverpool seguía muy cómodo en el campo y acechando la portería visitante. Diez minutos después del primer gol, Carvajal cortó un avance de Darwin cediendo el balón a Courtois. El belga intentó controlar el balón para buscar en corto a algún compañero, pero la presión de Salah hizo que se apresurara al bajar el esférico, que golpeó en su rodilla y cayó en pies del egipcio, quien puso el 2-0 a placer. El jugador que nunca se equivoca, se equivocó y dejaba al Madrid en una situación muy comprometida.
El gol de la esperanza, pero el Liverpool dominaba
Cuando todo hacía indicar que el partido se le iba a hacer largo al Real Madrid, apareció Vinícius. El brasileño combinó con Benzema en el pico del área para, posteriormente, girarse y sacarse un latigazo cruzado al palo más alejado de Alisson, pegado a la cepa del poste.
A pesar del gol de la esperanza, la defensa del conjunto blanco era una calamidad. Entre Carvajal y Militão sacaron un balón en la misma línea de gol.
La infortunada solución y el espíritu de Karius
Salah estaba siendo muy peligroso por su banda, y el Madrid encontró la solución en forma de lesión. Alaba sufrió una lesión muscular que le obligó a ser sustituido en el minuto 27, dando entrada a Nacho. El veterano central actuó de lateral zurdo y secó al egipcio, aportando solidez a la defensa merengue.
El Madrid se hizo el dueño del partido y Alisson evitó que Vini calcara su primer gol. Unos minutos más adelante, un pase en profundidad de Valverde buscando a Vinícius fue interceptado por Joe Gomez. El central cedió el balón hacia su guardameta, con tan mala fortuna que, al despejar Alisson, golpeó al brasileño y el balón se dirigió sin oposición hacia la portería. El Liverpool igualaba en errores y llegaba el empate del Madrid.
Justo antes del descanso, Courtois detuvo un lanzamiento de falta de Alexander-Arnold y Robertson cortó in extremis un pase de Vinícius para Rodrygo, quien solo tenía que empujar el balón.
La segunda parte, un monólogo
En la segunda mitad, el Madrid salió a por todas y dominó al Liverpool en su campo. Seguramente las dinámicas que traían ambos equipos y la mística especial que tiene el conjunto español en la Champions terminaron por decantar el partido.
No se habían cumplido tres minutos de la reanudación cuando Modrić sirvió una falta en el lateral del área buscando a Militão. El central brasileño cabeceó el balón desde el área pequeña y sin oposición al fondo de la red, adelantando al Real Madrid por primera vez en el encuentro.
En el minuto 55, Benzema hizo una pared con Rodrygo que finalizó en un disparo del francés que fue desviado por Joe Gomez, engañando a Alisson y poniendo el 2-4 en el marcador. El Liverpool estaba muerto y el Madrid se dedicó a manejar el partido sin apenas sufrir, algo que hace perfectamente el club merengue.
¡Qué hiciste Karim!
El conjunto inglés intentaba acechar la portería de Courtois sin acierto y el Real Madrid sentenció el partido. Modrić inició el contragolpe con una conducción y buscó en largo a Vinícius. El brasileño pasó el balón a Benzema entre las piernas de Van Dijk. El francés, en vez de finalizar ante la salida de Alisson, decidió regatear al guardameta para, posteriormente, clavar el balón en la escuadra a pesar de tener cuatro defensores debajo de los palos.
El Real Madrid se gustaba mientras que el Liverpool solo hizo trabajar al portero belga en una ocasión: un cabezazo de Firmino a la salida de un córner. A falta de 5 minutos para el final, Ancelotti sustituyó a Benzema y Modrić, quienes se llevaron una ovación de los aficionados del Liverpool por el recital que habían dado.
Las conclusiones de otra noche mágica
El Madrid sigue haciendo historia e impresionando a propios y extraños. Lo del conjunto blanco con la Champions es algo especial. Se convierte en el primer equipo en marcar 4 goles o más en Anfield en competición europea y, además, iguala al Atlético de Madrid como los dos únicos equipos europeos capaces de remontar un 2-0 en este campo.
El Real Madrid se vio superado al principio, pero la entrada de Nacho, imperial en defensa junto a Militão, y los partidazos de Modrić, Benzema y Vinícius, dejaron claro que el conjunto de Ancelotti va muy en serio a por la decimoquinta.
En este partido quedó claro algo que muchos defendemos desde hace tiempo, y que el Mundial de Clubes corroboró. Ayer nadie se sintió provocado por Vinícius, a pesar de que marcó un doblete y decidió celebrarlo de la misma manera, bailando y disfrutando. Lo que pasa, queridos lectores, es que la envidia que se le tiene al brasileño hace que muchos aficionados y jugadores en la liga, que no representan a sus equipos, ejerzan un odio desmedido e injusto hacia el jugador. Antes se burlaban del chico porque no metía goles y decidía mal, ahora que es de los mejores del mundo, recurren a la excusa de la provocación por bailar y besarse el escudo, fomentando el racismo y la xenofobia.
A pesar de la cómoda ventaja de cara a la vuelta, el Real Madrid sabe que no debe confiarse (recordemos que el Chelsea estuvo muy cerca de remontar la eliminatoria en el Bernabéu, llegando a estar 0-3). Antes del partido de vuelta que se disputará el miércoles 15 de marzo a las 21:00 horas, el Real Madrid recibirá al Atlético de Madrid en el derbi liguero (sábado 25 a las 18:30 horas) y el Liverpool visitará al Crystal Palace el sábado a las 20:45 horas con el objetivo de la cuarta plaza que da acceso a Champions en mente.